miércoles, 17 de julio de 2013 1 comentarios

Programa : Maestro Luis Uribe Bueno

Programa realizado por: María Elma Giraldo
Fecha: Miércoles 17 de julio de 2013
Grupo Melodías (Cali, Colombia)

Nació en Salazar de las Palmas, Norte de Santander el 7 de marzo de 1.916, tercero entre ocho hermanos. Estudio en el Colegio Provincial de Pamplona y fue allí donde recibió sus primeras clases de música. En Bogotá comenzó su carrera artística con el Trío “Los Norteños” que integraba con su paisano Víctor “El Chato” Romero y Julio Pinzón, a quien después reemplazó “El Ciego” Luis Lizcano. Después hizo parte de la orquesta de Alex Tovar que actuaba en el Hotel Granada de Bogotá y que fué reemplazada por la del Maestro Lucho Bermúdez, de la cual fue contrabajista desde su fundación hasta el año 1.952; el encuentro con este gran músico marcó definitivamente su vida.

Luis Uribe Bueno

Con la sensibilidad que trajo de su tierra norte santandereana, vino a Medellín como Director Musical de la Casa Disquera Sonolux, desde donde orientó por muchos años la cultura sonora de Antioquia y del país.

Bajo su dirección musical se ejecutaron los arreglos y las grabaciones de los ocho larga duración de la agrupación Cantares de Colombia, considerados como de antología.

Para Lucho Ramírez fue factor decisivo en su popularidad la presencia del Maestro Luis Uribe Bueno, quien lo acompañó con su guitarra en sus mejores grabaciones entre las cuales se cuentan “Muchacha de risa loca” y “Presentimiento”.

Contrajo matrimonio con Fanny Cataño Jaramillo, unión de la cual nacieron sus hijos Jorge Enrique y Luis Guillermo, este último que se apasionó, al igual que su padre, por la música y la guitarra para luego juntos prensar el disco “Guitarra para los míos”


De la inspiración de nuestro invitado, el bambuco tristón recobró alegría de serenata con “El marco de tu ventana”, al tiempo que sofisticaba su forma melódica y armónica en la música de “Reproche”, de la autoría de Chava Rubio.

El pasillo lírico ganó romanticismo con “Te extraño”, “Llámame” y “Qué importa”. Se dice que su obra instrumental “El cucarrón” partió en dos la historia del pasillo fiestero pues por su refinada elaboración se convirtió en reto para intérpretes virtuosos. Carlos Viecco (cénit de la música antioqueña) no dudó en señalar a Uribe Bueno como su compositor preferido.

“¿Quién no recuerda las versiones de Espumas, Sabor de mejorana y Un tiple y un corazón, entre muchas, interpretadas por Garzón y Collazos? En manos de Luis Uribe Bueno los sabrosos aires folclóricos ganaban refinamiento técnico, pero sin el más mínimo irrespeto desnaturalizante (nada de disonancias exóticas o jazzistas). Era capaz de entrelazar la guitarra popular de Garzón y el rasgueado tiple de Collazos con un cuarteto de cuerdas o una pequeña orquesta de cámara.

Son memorables aquellos jueves en los que el Maestro hacía de la música colombiana al nutrido público del Teatro Porfirio Barba Jacob de Medellín. Con ayuda de escogidos intérpretes, mostraba la diferencia entre el bambuco, el pasillo, la guabina y la riqueza sonora de un tiple, un requinto y una tambora”, escribió Tulio Elí Chinchilla en el diario El Espectador.

Como la mayoría de nuestros creadores musicales, Uribe Bueno llevó una existencia discreta, en condiciones modestas y sin asomo de soberbia. Nunca mostró intolerancia ni desprecio por tipos de música lejanos a los nuestros. A los 70 años, como cosa curiosa, manifestó su interés por el rock, música que despertaba su admiración, entre otras razones, por expresar la actitud “rebelde pero pacífica de nuestra juventud”.

Convergieron en Uribe Bueno el improvisador e intérprete, explorador de timbres y melodías, compositor atrevido e innovador, estudioso incansable de los ritmos andinos, gran trabajador de la educación y la cultura. Afirmaba con frecuencia “Vivo feliz con la música y por la música”.


Viajo a México, allí dirigió la orquesta de la RCA Víctor. Se empeño en divulgar la música de compositores colombianos de los cuales logró, se grabaran varias obras.

Es significativo su aporte respecto a la escritura del bambuco en 6/8 haciendo más fácil la interpretación para músicos nacionales y extranjeros.

Impulsó programas para: dotación de bibliotecas, el fortalecimiento de las casas de cultura; y bajo el lema “Un pueblo sin banda es un pueblo muerto” trabajó para que cada municipio antioqueño tuviera su propia banda de música.

No sólo era director, arreglista y virtuoso ejecutante de instrumentos de cuerda (contrabajo y guitarra), sino además compositor, cuya obra: el bambuco “Colombia mía”, resultó ganador del Festival de la Canción Colombiana de Villavicencio en 1.966.

Autor de más de seiscientas melodías entre las que se cuentan: Himnos, piezas instrumentales, un valiosísimo repertorio sinfónico, arreglos para estudiantinas y bandas de música, coros y pequeños conjuntos instrumentales.

Murió en la ciudad de Medellín (Colombia) el 10 de julio del 2.000.

La Universidad de Antioquia a través del grupo de investigación “Valores Musicales Regionales” es depositaria de su producción.

martes, 11 de septiembre de 2012 2 comentarios

Programa - Compositores de la Costa Atlántica

Programa realizado por: María Elma Giraldo
Fecha: Miércoles 11 de septiembre de 2012
Grupo Melodías (Cali, Colombia)


Compositores de la Costa Atlántica

1. Rafael David Mejía Romani “Rafa Mejía”
Nació en Barranquilla el 26 de Marzo de 1920. A la edad de 10 años ya se sentía atraído por la música de la sonora Matancera, Carlos Gardel, Agustín Lara, Pedro Vargas y otros que oía en las vitrolas del vecindario.

Cuenta el propio Rafael Mejía: “En mis inicios no dominaba otra cosa que no fuera bambuco o pasillo, El porro o el bolero no entraban en mi repertorio, a los 16 años era un tiplista consumado”.

Su trayectoria musical comienza a los trece años, cuando acompañaba a su padre Francisco Javier Mejía De la Hoz en el conjunto Remembranza.

En 1940 conformó su primer dueto llamado Sentimiento Colombiano, en el que interpretó fundamentalmente música del interior.

Corría el año de 1947 cuando el maestro decide incursionar en la música del Caribe y compone el bello porro, Paisaje,

“Hay que ver el sol,
hay que ver el sol
cuando sale en la montaña….”

En 1948 viaja a Medellín a participar en un programa de La Voz de Antioquia, fue invitado por un aficionado a la música quien lo llevo a una hermosa finca donde varios arroyos bajaban de la montaña, allí se inspiro para componer la primera parte del bambuco “Arroyito campesino” que terminó en Barranquilla en 1949, con esta canción fue invitado al Palacio de Nariño, por Belisario Betancur quien le confesó que era la canción que mas recuerdos le traía de su tierra natal Amagá.

En la década del 50 se desarrolla la gran producción del Maestro Rafael Mejía, de esa época surgieron melodías como: “Donde canta el ruiseñor”, “Triste sin ti”, “Esta es Colombia” y el hermoso bolero “Mientras me quieras tu“, grabado por el Trío Serenata, Los Isleños, Raúl Shaw Moreno, entre otros.



Entrevista al maestro Rafael David Mejía Romani (YouTube link)
 
De él se escucha:
1. Arroyito campesino, cantado por Los Isleños,
2. Mientras me quieras tú, en la voz de Raúl Shaw Moreno


3. Paisaje, Por José Luis Rodríguez “El Puma”.





2. Graciela Arango de Tobón
Nació en Ovejas (Sucre), el 7 de marzo de 1931 y falleció en Cali el 11 de febrero de 2000. A los 10 años fue enviada a estudiar a Medellín en el Colegio de la Enseñanza, donde aprendió a tocar guitarra, piano, acordeón y tiple. Nunca quiso aprender a leer un pentagrama.

 A los 18 años se casó con el médico Hernán Tobón Pizarro, de cuya unión nacieron cinco hijos. En 1955 se trasladaron a vivir a Cali y fue allí donde descubrió su talante de compositora por casualidad, en 1965, cuando la firma Phillips, a través de una radiodifusora, convocó al concurso nacional “La Orquídea de Plata", el cual ganó con el bambuco “Tus trenzas”.

No tenía dificultad alguna para pasar del bolero a la cumbia y del pasillo al currulao. Esa facilidad para componer todo tipo de ritmos le mereció el reconocimiento nacional. Sus obras fueron grabadas por artistas como María Eugenia Piedrahita, Mireya de Ayala, Helenita Vargas, Beatriz Arellano, Lucho y Nilhen, Los Hermanos Martínez, María Dolores Pradera, Nelson Arango, Carmenza Duque, entre otros.

También incursionó en la música bailable, en este campo compuso éxitos como, “Ese muerto no lo cargo yo”, “Juanito preguntón”, “La cumbia del muerto”, etcétera.

En 1973 obtuvo el primer puesto en el Festival Viña del Mar. En 1978 la Asociación de periodistas del espectáculo, le otorga el premio como mejor compositor del país, compitiendo con los consagrados Jorge Villamil y Arnulfo Briceño.

En 1982 Funmúsica le hizo un homenaje distinguiéndola como la mejor compositora durante el “VIII Festival Mono Núñez". En este mismo año Sayco & Acinpro le otorgó el premio "La Lira de Oro" como la compositora más polifacética del país. Fue integrante del jurado del "Festival Mono Núñez" en 1989.

De ella se escucha:
1. Tus trenzas, por Los Hermanos Calero de Valle del Cauca,


2. Mi huella, la interpreta el antioqueño Eduardo Gil quien fue integrante del Dueto Ensueños,


3. Lo que más me está doliendo, canta El Grupo Santandereano Los Muchos,


4. De carne y hueso, cantada por el Grupo Quimera del Ecuador,


5. Que me juzgue Dios, en la voz del Dueto Sentimiento, y


6. Perdón por adorarte, interpretada por el Trío Amaranto de Popayán.





3. José Benito Barros Palomino
Nació en El Banco (Magdalena) en 1915 y falleció el 12 de mayo del 2007.  Este gran músico no estudio porque todo le salió del corazón, fue el último representante de una gran generación de compositores.
En sus primeros años se ganó la vida de sacristán, luego de lustra botas; No estudió sino hasta quinto de primaria.

Decía el maestro: “yo me hice compositor mamando gallo, Lo único que me interesaba era gozar yo solo cuando creaba la canción, después la mandaba a la porra; pero si quería ganarme la vida, debía tomar en serio lo que empecé en la infancia”.

A partir de 1935 empezó a componer tangos, ni él supo cuantos compuso, pero de los 23 conocidos 22 fueron relacionados con la vida que llevaba, los títulos lo dicen: “Vivo entre la farra”, “Mala suerte”, “Perdida”, “Ya no hay amigos”, “Cantinero sirva tanda”, “el Suicida”, entre otros.

Luego se entusiasmó con la música mexicana. Ésta no fue sino la prolongación de la temática tanguera: la ira interna, la tomadera compulsiva y la desilusión amorosa; Algunos temas fueron: “Corazón negro”, “Tu cariño es dinero”, etc.

Cuando Barros conoció el amor compuso valses, boleros y pasillos. Todas las composiciones fueron inspiradas en las mujeres que amó.

Algunas composiciones como: “Pesares”, “Como tú reías”, “Carnaval”, etc, fueron interpretadas por Daniel Santos, Leo Marini, Bienvenido Granda, Tito Cortés, Charlie Figueroa (a quien nunca vió pero si se escribían).

Lo mejor de José Barros se encuentra en la música tropical caribeña: porro, cumbia, merengue, paseo, son, y merecumbe. Este talento colombiano se inmortalizó con canciones como “Momposina”, “La Piragua”, “Navidad Negra”, “Las pilanderas”, “El pescador”, “El gallo tuerto”, entre muchas otras. Ésta fue su fase más auténtica.

De todos estos ritmos su favorito fue la cumbia, la consideraba romántica, poética y elegante, una de sus cumbias famosas es “Violencia “, que compuso a finales de los 70.

Cuenta el autor: “Pesares es la canción que más recuerdo cómo la hice, estaba sentado por la tarde en el muelle y empecé a recordar a la mujer mía de ese entonces, y allí sentado me la inventé, cogí papel y lápiz para sacar la letra y la música de algo que no es inventado, es puro amor, es un padecimiento real, fue algo que me pasó”.

De él se escucha:
1. Carnaval- Tito Cortés,


2. A la orilla del mar – Leo Marini,


3. Como tu reías – Charlie Figueroa,


4. Las Pilanderas – Celia Cruz con Matilde Díaz,


5. Busco tu recuerdo – Daniel Santos, y


6. El Vaquero – Nelson Pinedo con La Sonora Matancera.





4. Mario Gareña (Jesús Arturo García Peña)
Cantautor nacido en Barranquilla el 25 de septiembre de 1932. Ha sido considerado, como uno de los más versátiles compositores colombianos. Siendo un niño, a los 3 años se convirtió en el show de las visitas a la casa cantando a diestra y siniestra.

A los 17 años organizó un grupo musical que no funcionó como él pensaba. En uno de sus viajes llega a Cali, después de pasar muchos trabajos comienza a cantar en la orquesta de Sebastián Solari, allí se fue convirtiendo en el cantante de moda. Estando en el Puente Ortiz compuso una canción que se llama “Bienvenida caleña“:

Por sus puentes va la gente
y por debajo salta el rio
y la Ermita que allá al frente
se perfila en el vacío”.

El romanticismo le brotaba espontáneamente y así nacieron los boleros: “Milagro del mar”,  “Me estoy portando mal”, “Si vuelvo a enamorarme”, entre otros.

Después de haber renunciado a dos disqueras internacionales muy importantes, le cerraron las puertas en el resto de casas productoras, dejándolo con muchas canciones listas que nunca pudieron ser grabadas y con solo 4 discos de larga duración.
En 1970 toma parte en el primer concurso de la canción latina, que se realizó en New York, bajo la dirección de los maestros Pocho Pérez y Rafael Díaz Gutiérrez, donde obtuvo el primer lugar.

Le entregó canciones exitosas a la Billos Caracas Boys, como “Raza” y “Que linda”, pero el éxito que definitivamente lo consagro, fue la canción “Yo me llamo cumbia”, que traspasó las fronteras colombianas.

De él se escucha:
1. Yo me llamo Cumbia, interpretada por el propio compositor, y


2. Viva el señor bambuco, en la voz del Dueto Guanentá





5. Esther Forero Celis
Nació en Barranquilla el 10 de diciembre de 1912 y murió el 3 de junio del 2011; más conocida como Esthercita Forero o La Novia de Barranquilla.

Empezó a cantar desde los 4 años en las tertulias familiares y teatros de su ciudad natal. A sus 14 años debutó en la emisora "La Voz de Barranquilla", interpretando todo género de música.


En 1949 compone en República Dominicana su primer bolero “Santo Domingo” y lo grabó con el acompañamiento de la orquesta de Rafael Hernández. Inició gran amistad con el maestro y con su esposa que la invitaron a vivir a su casa. Con ellos vivió tres meses, durante este periodo Rafael Hernández le compuso el bolero “Como todas”, que grabó en 1950 con una orquesta que él mismo organizó con músicos de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico.
   
Esthercita Forero le ha cantado a su tierra de manera entrañable y nostálgica; autora de conocidos temas de aceptación popular como:

•    "Mi vieja Barranquilla" (1974)
•    "Luna barranquillera" (1963)
•    "La Guacherna" (1976)
•    "Volvió Juanita" (1978)
•    "Palito 'e matarratón" (1964)
•    "El hombre del palo", entre otros

De ella se escucha:
1. Como todas, de Rafael Hernández interpreta Esthercita Forero, y


2. Luna Barranquillera, por la Banda Sinfónica de la Universidad de Antioquia, canta Marina Quintero.



viernes, 30 de marzo de 2012 0 comentarios

Paseo San Pablo


Paseo San Pablo:
Fecha: 14 de marzo de 2012

miércoles, 29 de junio de 2011 0 comentarios

Programa - Música Tradicional Mexicana

Programa realizado por: John Estrada
Fecha: Miércoles 29 de junio de 2011
Grupo Melodías (Cali, Colombia)

Quinteto Mocambo - Son Montuno (1999)


Fue el pintor musical de México, Pepe Guízar, quien apadrinó y propuso el nombre para este quinteto de extraordinarios músicos. Este quinteto, desde 1980, nos permite disfrutar se su música que incluye su son, su guaracha y su montuno. Y precisamente del son montuno es esta producción, en la que se incluyen temas como La sitiera, El fiel enamorado, Amalia Batista, entre otros, fué grabado en los estudios MBK de Veracruz.


Hablar de este quinteto es pensar en Cuba: Es sentir que tanto el son como el campo del oriente cubano están representados en nuestro Veracruz. Y es que quien escucha grabaciones del son cubano en tríos, cuartetos y conjuntos de aquellas tierras, no puede evadir la presencia del guajiro, del bohío, de las palmas y el canto del sinsonte mañanero en las interpretaciones de este grupo. Todo lo anterior a través del contrapunto del tres, la guitarra sexta, el ritmo del bongó, el bajo sincopado y el pregonero que entona la palabra a través del canto.


Esta música criolla, sabrosa, con sabor a trópico nos presenta una faceta de la música mexicana con influencia del Caribe. En el folleto que acompaña al disco podemos leer las letras y un glosario de términos, para los que no estamos muy familiarizados con la jerga del puerto de Veracruz.

Repertorio:
01. La Sitiera
02. El Fiel Enamorado
03. Amalia Batista
04. El Velerito
05. Pare Cochero
06. Florecilla De Amor
07. A La Loma De Belen
08. Aquella Tarde
09. Me Voy Pa' La Habana
10. La Cartera
11. Ritmo De Mi Cuba
12. Mi Viejo Veracruz
miércoles, 13 de febrero de 2008 0 comentarios

El Tango en París

Programa realizado por: John Estrada
Fecha: Miércoles 13 de febrero de 2008
Grupo Melodías (Cali, Colombia)


Como tantos profetas, la música emblemática de Buenos Aires debió esperar su consagración en la capital francesa para ser aceptada por los argentinos de buena cuna. Imágenes y anécdotas de los lugares míticos en los que el tango tuvo su esplendor.

A principios del siglo veinte, París era el centro cultural del mundo occidental.

La llegada del tango a la capital francesa data, para algunos, de 1907. El sello musical Gath y Chaves hace grabar El Choclo y La Morocha por el guitarrista A. Villoldo, el violinista Alfredo Gabbi y su mujer, la cantante Flora Rodríguez.

Para Horacio Ferrer, poeta argentino y autor de un Diccionario del tango, la cosa pasa en 1910 en el salón de Madame Reské; allí, el pianista Alfredo Buchardo toca un tango para los excelentes bailarines que eran Ricardo Güiraldes e Yvette Guet.

Para el historiador Eduardo Berti y otros mas, la consagración del tango en París tiene, como corresponde, una fecha mítica y emblemática: 2 de octubre de 1928, día del debut de Carlos Gardel en el cabaret Florida.

Su amigo y letrista Enrique Cadícamo fue testigo privilegiado y acabó escribiendo un libro entero acerca del asunto. "Las mesas estaban en su totalidad ocupadas", recordó allí.
Pero el tango, en realidad, había hecho su aparición en París por lo menos dos décadas atrás.

Tal sería el inicio de la tangomanía en París. La recepción de este ritmo en los salones parisinos hizo que lo aceptaran sus equivalentes argentinos sensibles entonces a todo lo que pasaba en Francia. (continúa en powerpoint)

 
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